En simple, el storytelling es el arte de contar historias. La idea principal es comunicar y con esto, modificar o transformar la vida de las personas, por muy menor que esto suceda.
Pues bien, ¿Cómo empleamos el storytelling cuando hablamos de marcas? Y cómo lo utilizamos al publicar constantemente en nuestras redes sociales?.
Primero hay que comprender esto: todo lo que hace tu marca comunica, y por ende está contando algo. Incluso si no publicas nada, eso es una expresión y genera un relato. Si no publicas nada por un mes, la gente percibe que no estás al pendiente y andas «desaparecido», lo notarán. Lo mismo si publicas muy seguido, eso genera una interpretación.
Cada vez que publicamos lo hacemos con una idea en mente, un objetivo claro: «Quiero publicar este nuevo producto para stock», por ejemplo. Esto de por sí genera información, pero cuando publicas mucho contenido sin valor agregado, como productos sin nada añadido, tu relato se acaba ahí. No le estás ofreciendo un valor añadido y por ende, eres como los demás.
Las marcas funcionan como organismos vivos, en algún momento nacen, y también pueden morir, al igual que nosotros, son construcciones narrativas y por definición, están cargadas de conflictos. Conflicto entendido como la carencia que abunda en el mercado y que la marca viene a llenar.
«La publicidad transforma los productos en marca», dice Jon Steel, estratega de comunicaciones. El arte del storytelling por lo tanto se encarga de magnificar esta tensión y aportarle a la marca una razón de ser y una razón para comprarla.
Cada marca cuenta una historia, la cual está basada e inserta en un contexto social y cultural propio, también geográfico. No es lo mismo una marca de comida que surja en China, que una marca de restaurante que nace en San Pedro de Atacama. Y es esto lo que se debe transmitir a través de la misión y visión de la marca, cuando se tiene esto claro es mucho más fácil avanzar, ya que se sigue un rumbo y el camino está más claro.
Una vez que tengas estos elementos es momento de pensar, ¿A quien comunicaré esto? ¿Cuándo lo haré? ¿De qué forma? ¿En qué formato? Puedo comenzar contando acerca de mi, de mi experiencia personal con la marca y luego dejar que ésta hable por sí misma, puedo elegir a través de quien hacerlo, del producto o la infraestructura o el lugar o bien con influencers. Son preguntas que debes hacerte al momento de.